Existen espacios usados para usos determinados que pueden suponer un alto nivel de riesgo. Tal es el caso de las salas de rayos X donde se ubican esta herramienta que, a pesar de ser muy útil para el diagnóstico médico, puede ocasionar graves riesgos para la salud. Estas estancias requieren de un aislamiento especial para evitar que las radiaciones puedan escapar al exterior.
Según la OMS la radiación ionizante cuenta con un alto factor carcinógeno ya que produce cambios celulares. Por ello, para su uso, se requiere garantizar, mediante las correspondientes medidas de seguridad, la efectiva protección de la salud del personal médico que opera con rayos X y de los pacientes a los que se le aplica este método de diagnóstico en los centros sanitarios. Es aquí donde las puertas para rayos X juegan un papel fundamental.
Cumplen con la importante función de permitir el acceso a la estancia, cuando están abiertas, y de ofrecer el aislamiento suficiente para evitar la propagación de la radiación, cuando están cerradas.
Además de ofrecer la protección para todas las personas que se encuentran fuera de la estancia, las puertas para rayos X también ofrecen el aislamiento más que fundamental para el personal que está operando con esta técnica de diagnóstico.
Se puede comprobar como las puertas para rayos X ofrece protección dando acceso a la cabina donde se puede operar a distancia para evitar las consecuencias negativas de una exposición continuada.
Está claro que las puertas para rayos X cuentan con especiales características técnicas que hacen posible el cumplimiento de proporcionar una protección efectiva mediante la contención de la radiación. Consiguen realizar la función de aislamiento gracias a los materiales con las que son fabricadas que además proporcionan la funcionalidad suficiente en estos espacios donde el tránsito es continuado.
Los materiales y la fabricación de las puertas para rayos X
Las puertas de rayos X se fabrican con plomo como componente principal que cumple con la labor de contener la radiación que se produce al usar esta técnica. Este se presenta en formato de planchas que permite obtener construir las puertas con la forma que habitualmente conocemos.
Las propiedades de plomo son altamente reconocidas por la comunidad científica como útiles para el control efectivo de la radiación producida por el uso de los rayos X. Sin embargo, se recomienda evitar el contacto directo continuado con este metal que también puede provocar problemas de salud.
Para conseguir usar el poder aislante del plomo en las puertas para rayos X evitando los inconvenientes de este material, se usan acabados en materiales fenólicos que evitan el contacto directo. Gracias a los materiales fenólicos se puede obtener una puerta de rayos X que cumpla su misión usando plomo.
Usar los materiales fenólicos en puertas para rayos X además trae muchas ventajas. Sus propiedades antibacterianas son perfectas para mantener los niveles de higiene que se exigen en los espacios sanitarios donde se suelen encontrar estas herramientas de diagnóstico. Su alta durabilidad hace que siempre estén perfectas a pesar de mantener un fuerte ritmo en su uso.
Además, las posibilidades estéticas de los materiales fenólicos pueden llegar se de gran utilidad para los centros sanitarios en los que se realicen este tipo de pruebas. Las puertas para rayos X se pueden fabricar en distintos acabados estéticos que pueden usarse para fines organizativos o con una intención puramente decorativa.
En Careliwood contamos con gran experiencia en la construcción de todo tipo de puertas técnicas. Nuestras puertas para rayos X combinan a la perfección los materiales como el plomo o los tableros fenólicos aprovechando al máximo sus propiedades. Contacta ya con nosotros para recibir más información.